28 de septiembre de 2007

Cuento de la cigarra y la hormiga



Muuuuy bueno.

Versión clásica del cuento

La hormiga trabaja a brazo partido todo el verano bajo un calor aplastante. Construye su casa y se aprovisiona de víveres para el invierno.
La cigarra piensa que la hormiga es tonta y se pasa el verano riendo, bailando y jugando.
Cuando llega el invierno, la hormiga se refugia en su casita donde tiene todo lo que le hace falta hasta la primavera.
La cigarra, tiritando, sin comida y sin cobijo, muere de frío.
Fin

Versión española
La hormiga trabaja a brazo partido todo el verano bajo un calor aplastante.
Construye su casa y se aprovisiona de víveres para el invierno. La cigarra piensa que la hormiga es tonta y se pasa el verano riendo, bailando y jugando.
Cuando llega el invierno, la hormiga se refugia en su casita donde tiene de todo lo que le hace falta hasta la primavera.
La cigarra tiritando organiza una rueda de prensa en la que se pregunta por qué la hormiga tiene derecho a vivienda y comida cuando quiere, cuando hay otros, con menos suerte que ella, que tienen frío y hambre.
Telecinco, Antena 3 y la Cuatro organizan un programa en vivo en el que la cigarra sale pasando frío y calamidades y a la vez muestran extractos del video de la hormiga bien calentita en su casa y con la mesa llena de comida.
Los españoles se sorprenden de que en un país tan moderno como el suyo dejen sufrir a la pobre cigarra mientras que hay otros que viven en la abundancia. Todas las televisiones ponen a parir a la hormiga, las asociaciones contra la pobreza y de actores se manifiestan delante de la casa de la hormiga. La SGAE propone una tasa más en los DVD.
Iñaki Gabilondo organiza una serie de artículos en los que cuestiona cómo la hormiga se ha enriquecido a espaldas de la cigarra e insta al gobierno a que aumente los impuestos de la hormiga de forma que aquellas puedan vivir mejor.
Respondiendo a las encuestas de opinión, el gobierno elabora una ley sobre la igualdad económica, una ley sobre el matrimonio homosexual entre cigarras y una ley con carácter retroactivo de antidiscriminación.
Los impuestos de la hormiga han aumentado y además le llega una multa por no contratar a la cigarra como ayudante en verano. Las autoridades embargan la casa de la hormiga, ya que no tiene suficiente dinero para pagar la multa ni los impuestos. La hormiga se va de España y se instala con éxito en Suiza creando una fortuna.
Telecinco hace un reportaje con matamoros donde sale la cigarra con sobrepeso, ya que se ha comido casi todo lo que había mucho antes de que llegue la primavera. La antigua casa de la hormiga se convierte en albergue social para cigarras y se deteriora al no hacer su inquilino nada para mantenerla en buen estado. Al gobierno se le reprocha no poner los medios necesarios.
Una comisión de investigación que costará 10 millones de euros se pone en marcha.
Entre tanto la cigarra muere de una sobredosis. La SER, la Cuatro y TVE critican el fracaso del gobierno anterior para intentar corregir el problema de las desigualdades sociales.
La casa es okupada por una banda de arañas lesbianas.
El gobierno se felicita por la diversidad cultural de España.

Fin

25 de septiembre de 2007

Rupturas matrimoniales


Tras la ventana contemplaba su caminar cadencioso, decidido, mientras se alejaba. No miró atrás, nunca lo hacía, hubiera sido decepcionante. Entre los añicos de la quinta vajilla más frágil que su carácter, encendí la televisión con la difusa esperanza de escuchar algo que me levantara el ánimo. Pasé la tarde barriendo y fregando, con el sordo ruido de la televisión como única música de mis cavilaciones. Cené indigestas salchichas de Óscar Mayer, frías. Cuando sonó el teléfono -sólo podía ser ella- lo machaqué con mi bate de baseball de los NY Lions, frenéticamente, fuera de mí.

Tres minutos más tarde, entraba de nuevo por la puerta. Buenas noches, cariño. Recogió canturreando los restos del teléfono, el quinto ya, y nos fuimos a dormir.

18 de septiembre de 2007

¿Laicidad o laicismo?


Algunas voces se alzan desde ciertas tribunas pidiendo que los templos se construyan en España con dinero privado de las personas que quieran participar de ese culto. Que los cristianos paguen las iglesias, y los musulmanes las mezquitas, se exige. ¿Y por qué?

Yo no juego al baloncesto, pero con mis impuestos se pagan canchas públicas de baloncesto... Yo no voy al teatro, no corro carreras populares, no voy a festivales en Benicasim, ni a exposiciones de arte persa, pero con mis impuestos se sufragan parte de sus gastos... Pero lo entiendo y no me quejo. Vivimos en un Estado social.


Lo que no entiendo es: ¿Por qué sí han de apoyarse con fondos públicos manifestaciones deportivas, musicales, culturales o de ocio, y no manifestaciones religiosas? ¿Es esto igualdad? ¿Estamos ante una sana laicidad, o ante un agresivo laicismo?